Tras los actos vandálicos sufridos, el Ayuntamiento de Los Realejos contrató a una empresa especializada en fundiciones y contó con el asesoramiento de la autora.

 

El primer teniente de alcalde de Los Realejos, Adolfo González, y la concejala de Patrimonio Histórico y Cultura, Isabel Socorro, certificaron en la mañana de este jueves 17 de febrero la finalización de los trabajos de restauración de la escultura del guanche Mencey Bentor en el Mirador de El Lance, tras haber sido objeto de un acto vandálico, acompañados por la autora de la obra, Carmen León, y el representante de la empresa especializada en fundiciones que procedió a la recuperación de la pieza.

“A finales del pasado mes de enero la simbólica escultura amaneció una mañana llena de pintura, lo que fue comunicado por la Policía Local, procediendo de manera inmediata el personal de la empresa municipal de servicios de Los Realejos, Realserv, a una primera intervención de limpieza con un lavado en caliente, quedando parte de las manchas impregnadas en la pieza escultórica”, detalla Isabel Socorro.

“Seguidamente el Ayuntamiento de Los Realejos contrató con carácter de urgencia los servicios de restauración y recuperación de una empresa especializada, en este caso Fornax, con técnicos conocedores al detalle de las características del bronce y los tratamientos más adecuados para erradicar al completo las huellas del acto vandálico y hacer relucir de nuevo la escultura, tal y como hemos podido comprobar hoy”, indica Adolfo González.

La empresa Fornax cuenta con una larga y demostrada trayectoria en el ámbito de las fundiciones escultóricas, es referente en obras de arte en la isla de Tenerife, por lo que de su diagnóstico especializado, propuestas y asesoramiento determinaron en corto espacio de tiempo el proceso de actuación y las técnicas y productos más adecuados.

La escultura fue inaugurada en 1996 y preside el Mirador de El Lance, en el núcleo de Icod el Alto, a modo de balcón hacia el Valle de La Orotava, simbolizando el hecho histórico por el que, según cuenta la tradición, el último Mencey Guanche, conocido como Bentor, se arrojó al vacío desde este lugar por no entregarse y someterse.