La habilitación de varios puntos de avistamiento y un observatorio con paneles informativos en idiomas complementan el proyecto.

 

El municipio de Los Realejos es uno de los más privilegiados de la isla en cuanto a su riqueza natural, que se pone de manifiesto en el hecho de que casi el 50% de su suelo está protegido por leyes ambientales a nivel nacional, regional (Ley de Espacios Naturales de Canarias), europeo (Zona de Especial Protección para las Aves) e internacional (Patrimonio Mundial de la Humanidad). Las especiales particularidades de este hábitat y su posición geográfica propician el paso de cientos de especies migratorias visibles desde Los Realejos, “una potencialidad más de este municipio que nos lleva a apostar de manera decidida por el turismo ornitológico”, detalla el alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez.

Es por ello que desde la Concejalía de Turismo, dirigida por Carolina Toste, se ha editado una guía específica para su promoción, además de proyectarse un observatorio de aves que se prevé ubicar en la zona de El Riego con vistas hacia el acantilado de El Terrero, y la dotación de diversos puntos de avistamiento complementarios con su correspondiente panel informativo en idiomas, como el que se ha colocado ya bajo la plaza de Tigaiga, lugar en el que se ha producido este lunes 25 de febrero la presentación ante los medios de comunicación.

Recuerda el edil que “el binomio turismo deporte marcó una línea a seguir en materia turística, dadas las opciones de este municipio para prácticas deportivas al aire libre y esa dualidad de nuestros deportistas en el exterior como embajadores realejeros; pero hemos potenciado además el turismo patrimonial, el turismo vinculado a nuestras fiestas, el turismo de la naturaleza y el turismo gastronómico, y hoy damos un paso más y demostramos nuestra apuesta también por el turismo ornitológico, avalado por el creciente interés de científicos y profesionales y aficionados de lo audiovisual en torno a las aves que han destacado las bondades de Los Realejos para su avistamiento”.

Manuel Domínguez rememoró la «batería de ideas» que sugirió meses atrás a los vecinos a través de su perfil de Facebook para recoger propuestas para mejorar el municipio de Los Realejos, entre las que se encontraba la del pintado de las escaleras urbanas, que ya se está llevando a cabo con diferentes obras de artistas, y ésta de los puntos de observación de aves y facilitar así el turismo ornitológico que enunciaba el vecino Carlos socorro, presente en la comparecencia con la prensa de este lunes.

La guía recoge cerca de un centenar de referencias de aves, algunas de ellas endémicas y otras migratorias que a su paso por la isla han sido citadas en Los Realejos. Se incorporan así breves fichas técnicas de cada especie que indican datos como longitud y envergadura, su nombre científico y su denominación en español, inglés, francés y alemán, facilitando así su identificación para turistas de diversas procedencias. La mayor parte de las imágenes son obra del fotógrafo Isidro Felipe Acosta, teniendo también instantáneas de José Manuel Siverio, José Juan Hernández, Francisco Cruz Alvarado, Josep M. Torras Payerol y Pedro Felipe Acosta.

En la guía se recoge un mapa identificativo del municipio y se citan también con una descripción hasta ocho puntos de avistamiento y la localización del futuro observatorio de aves con sus correspondientes coordenadas para que puedan ser identificados y accesibles por los amantes de la naturaleza. Se recoge en cada apartado las especies con mayor probabilidad de ser vistas desde cada uno de estos lugares.

La preferencia por la zona de El Riego para la ubicación del observatorio se fundamente en que se trata de un espacio privilegiado para la observación de especies como las palomas turqué y rabiche, el gavilán, el ratonero común y el halcón tagarote, entre otros. Pero en definitiva, la gran variedad de todos espacios protegidos realejeros y la riqueza faunística que estos albergan, han hecho posible que comience a prodigar el turismo ornitológico, una modalidad del turismo de naturaleza que cada vez cuenta con más seguidores en el mundo.

Es por ello que cada día es más frecuente la presencia de aficionados o profesionales en zonas como la balsa de La Cruz Santa, espacio que en periodos migratorios puede deparar gratas sorpresas en forma de “rarezas”. Situada entre los núcleos urbanos de La Zamora y La Cruz Santa es una de las mayores balsas de regadío de la isla de Tenerife. La presencia de cultivos a su alrededor ha hecho posible que este enclave se haya convertido en las dos últimas décadas en uno de los puntos preferidos de la Isla para gran número de aves migratorias. En ella se ha constatado la presencia de una treintena de especies migratorias entre las que destaca la gaviota de delaware, considerada como rareza en el territorio nacional hasta hace una década, además porrón acollarado, focha común, ánade rabudo, zampullín cuellinegro, garcilla bueyera, cigüeña blanca, etc.

Otros dos puntos de atención para practicar la observación de aves son los miradores de El Lance y de La Grimona, dos de los rincones más accesibles de nuestra isla para la observación de una de las más destacadas especies endémicas, la paloma rabiche. Asimismo, visitando las Ladera de Tigaiga y nuestros pinares se pueden ver otras dos joyas de la naturaleza canaria, la paloma turqué y el pinzón azul.
Observar aves es una experiencia muy enriquecedora. En Los Realejos podemos encontrar una gran riqueza faunística con especies únicas en el mundo. Pero para la supervivencia de estas especies debemos tener en cuenta que la gran mayoría de ellas viven en ecosistemas muy frágiles y que la alteración de éstos pueden influir negativamente. Por eso, el bienestar de las aves y sus hábitats es y debe ser lo primero que tengamos en cuenta antes de esta práctica.