Entre 2010 y 2017 se perdió más de la mitad de la superficie que se dedicaba en el Valle de La Orotava a esta ancestral y única técnica agrícola.

 

El concejal de Desarrollo Rural de Los Realejos, Alexis Hernández, recibió este viernes 25 de octubre en el Ayuntamiento al concejal de Agricultura y Ganadería de La Orotava, Alexis Pacheco, para mantener un encuentro de trabajo, acompañados ambos por sus respectivos técnicos municipales, con el fin de abordar la protección del método de cultivo del cordón trenzado en la viña, único en el mundo y especialmente arraigado en el Valle de La Orotava, con el objetivo de seguir trabajando conjuntamente para lograr su declaración como Bien de Interés Cultural.

Sobre la mesa se puso la preocupación de ambas administraciones ante los datos que reflejan un importante descenso de la superficie dedicada a esta ancestral técnica de cultivo, y es que si bien en 2010 eran 632 las hectáreas de cordón trenzado en el Valle de La Orotava, en el último registro que se dispone, el de 2017, recoge únicamente 327 hectáreas, lo que representa una pérdida de más de la mitad.

De este modo se pretende impulsar la cita declaración BIC, que nace de una propuesta transmitida inicialmente por el Consejo Regulador de Vinos de la citada Denominación de Origen Valle de La Orotava. En este camino conjunto los consistorios realejero y orotavense cursarán invitación al concejal delegado de Agricultura del Ayuntamiento de Puerto de la Cruz para que se sume a la propuesta, que aunque la ciudad turística representa menor superficie de cultivo, también alberga terrenos dedicados a la viña.

Del mismo modo, se espera extraer similar compromiso y apoyo a la propuesta por parte del área de Agricultura del Cabildo de Tenerife y así de manera coordinada elevarla al Gobierno de Canarias. Los concejales aludieron durante su encuentro al modelo de trabajo ya desarrollado en Galicia por la Ribiera Sacra, que ha obtenido su respectiva declaración de protección con un trabajo conjunto de más de una veintena de municipios en la misma línea de trabajo y el mismo fin de proteger su particular paisaje.

Como principal objetivo de toda esta iniciativa está el de garantizar la continuidad del cultivo de la viña bajo el sistema de cordón trenzado, conservar una tradición agrícola única a nivel internacional, implementar métodos diferenciadores de este sistema de cultivo, fomentar su difusión, así como proteger el paisaje que conforma e incentivar a los productores de uva la utilización de este sistema abriendo la posibilidad de ayudas o subvenciones que contribuyan a ello.

A nivel histórico cabe citar que Los Realejos es protagonista en la implantación del vino en Tenerife, ya que se tienen registros documentales de que el portugués Fernando de Castro sembró en 1497 la primera viña de toda la isla en el paraje de Rambla de Castro, extendiéndose a partir de ahí por el resto de la comarca y otros núcleos, sirviendo de manera decisiva al desarrollo agrícola insular e iniciando destacadas líneas de exportación de vinos especialmente a América y Reino Unido con una relevante significación socioeconómica.